¿Qué son los huracanes y cómo se forman? - Guía completa

Un huracán o ciclón tropical es una tormenta formada por una corriente giratoria de vientos ascendentes y descendentes en una zona de baja presión. Ocurre en áreas sobre mares tropicales o subtropicales cálidos, con alta humedad ambiental hacia las que fluyen vientos formando un sistema en espiral de nubes.

¿Qué partes tiene un huracán?

La estructura de un huracán está formada por un ojo o zona de calma central y las paredes que bordean ese ojo. Así como las bandas o brazos de nubes de lluvia que parten del disco central en espiral.

• Ojo: Es el centro del huracán que se caracteriza por ser caliente en su base (superficie del océano) y presentar una atmósfera relativamente estable. Esto es debido a que el sistema de vientos giratorios mantiene un centro de relativa estabilidad por donde descienden vientos fríos. Este centro de forma circular puede alcanzar un diámetro de entre 3 Km y 370 Km, aunque normalmente ronda los 30 a 65 Km y los vientos no superan los 25 Km/h.
• Paredes: Son las zonas más peligrosas del huracán, donde se concentran los vientos más fuertes y las lluvias más intensas. Están formadas por nubes densas y altas que rodean el ojo del huracán. Pueden tener un grosor de entre 10 y 50 Km.
• Bandas: Son los brazos en forma de espiral que se extienden desde el centro del huracán hacia el exterior. Están compuestas por nubes bajas y medias que producen lluvias moderadas a fuertes y vientos variables. Pueden tener una longitud de cientos o miles de kilómetros.

¿Qué tipos de huracanes existen?

Los huracanes se clasifican según la intensidad de sus vientos en una escala llamada Saffir-Simpson, que va desde la categoría 1 (la más débil) hasta la categoría 5 (la más fuerte).

¿Qué consecuencias tienen los huracanes?

Los huracanes son fenómenos naturales que pueden causar graves daños materiales y humanos en las zonas afectadas. Algunas de las consecuencias más comunes son:

• Vientos extremos: Los huracanes pueden generar vientos de más de 200 Km/h que pueden arrancar árboles, derribar edificios, lanzar objetos y provocar accidentes.
• Lluvias torrenciales: Los huracanes pueden descargar grandes cantidades de agua que pueden causar inundaciones, deslizamientos de tierra, erosión y contaminación.
• Marejadas ciclónicas: Los huracanes pueden elevar el nivel del mar hasta varios metros por encima de lo normal, lo que puede provocar la entrada de agua salada en zonas costeras, arrasar con infraestructuras y afectar a la flora y fauna marina.
• Tornados: Los huracanes pueden generar tornados en sus bandas externas, que son remolinos de aire muy violentos que pueden causar más daños que el propio huracán.

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¿Cómo se forman los huracanes?

Los huracanes se forman cuando se dan ciertas condiciones favorables en el océano y la atmósfera. Estas condiciones son:

• Temperatura del agua: El agua del océano debe tener una temperatura de al menos 26,5°C hasta una profundidad de unos 50 metros. Esto permite que el aire se caliente y se evapore, creando humedad.
• Vientos alisios: Son los vientos que soplan desde los trópicos hacia el ecuador. Estos vientos deben ser constantes y converger en la zona de baja presión, lo que favorece el movimiento giratorio del aire.
• Vientos en altura: Son los vientos que soplan en las capas altas de la atmósfera. Estos vientos deben ser débiles y tener la misma dirección que los vientos alisios, lo que permite que el aire ascienda y se disperse.

Cuando se dan estas condiciones, se forma una perturbación tropical, que es una zona de baja presión con nubes y lluvias. Si la perturbación se intensifica y alcanza vientos de al menos 63 Km/h, se convierte en una depresión tropical. Si los vientos superan los 118 Km/h, se forma un huracán.